Puede parecer algo imposible pero los gatos, como los perros, pueden adiestrarse perfectamente aunque sí es cierto que los gatos suelen tardar algo más en aprender que los perros (por el hecho de que son más independientes y no les gusta que les den órdenes).
Para adiestrar un gato lo principal que vas a necesitar y lo más importante va a ser encontrar aquella "golosina", aquello que más le guste en el mundo y por el que se derrita cuando la vea en tus manos.
En realidad puede ser cualquier cosa, un poco de jamón, algo de pienso especial, golosinas para gatos, algo de pescado, etc. Todo lo que hay que hacer es saber los gustos del gato para saber qué es lo que le puede llamar más la atención y utilizarlo en el adiestramiento.
En la mayoría de las ocasiones, y sobre todo al principio, la golosina tendrá que estar visible para que asocie esa orden que le pedimos como algo bueno, no como algo negativo, y pueda así ir aprendiendo poco a poco.
No debemos utilizar frases largas como "No te subas a ese mueble". Es mejor que digamos un 'No' con firmeza a la vez que pronunciamos su nombre.
El tono de voz debe ser firme y distinto al que utilizamos normalmente. De esta forma entenderá que le estás dando una orden.
Nunca debemos pegar a nuestro gato, es contraproducente.
Debemos indicarle que algo no se hace en el momento justo en que lo ha hecho. Si lo haces cuando has vuelto a casa y después de que ha pasado bastante tiempo, él no lo entenderá.
Hay que mirarle a los ojos cuando haya hecho algo mal y se lo estemos indicando. De esta forma sabrá que se lo estamos diciendo a él.
Es muy útil ignorarle cuando queremos que nos obedezca. A los gatos les gusta ser el centro de todas nuestras atenciones.
Debemos tener paciencia cuando le estemos enseñando algo. Las ordenes se las tendremos que repetir en varias ocasiones hasta que el gato adopte el hábito que esperamos.